Viento de primavera en el desierto.

Cuando iluminas la mañana,
despierto en vida, despierto en ti.
Cuando oscureces mi noche,
se que estas conmigo,
y se que ya no estas.
Pierdes la calma que me brindas,
y en ira me dejas.
Podran tus alas sanar aquello que no han de tocar.
Pudiera tu luz iluminar aquella luz que mas no puede brillar.
Si tu fueses viento,
tendria sentido todo aquello que siento.
El estremecerme en tu voz, el sonreir en tus brisas,
que como siempre disfrazas,
con una tierna sonrisa.
Y si en agua me convierto y precipito desde el cielo,
recuerda que estoy herido,
recuerda que estoy muriendo.
No permitas que el fuego recorra mi existencia,
no le temo, no,
pero no lo deseo.
He aprendido que lo nuestro, es leyenda entre leyendas,
que si la magia existiera,
de tu amor hubiera nacido,
Y sin embargo, en este intenso frio,
me adentro en lo oscuro, del amor desconocido.
Y si has de mostrarme con la claridad de tus ojos la oscuridad de este mundo,
te dire que no temo
y apretare tu mano.
Y si te alejas, o si no llego.
Y si me esperas y nunca regreso.
Buscame en los restos de los navios del desierto,
aquellos ilusorios jinetes de noches tormentosas,
que me acercaron a ti
y del mundo me alejaron,
Tan ingenuo fui,
que crei que mi amor era en vano
y ahora caigo en cuenta, de este inmenso daño.
Puede ser verdad todo el dolor que estoy mirando,
o simplemente no me dejas despertar, me tienes acorralado.
No se si te busco o ya te he encontrado,
pero te seguire buscando hasta sentirme realizado
o hasta que tu gentilmente me demuestres que sigues a mi lado,
acariciando con tu brisa aquellos bellos prados,
deshojando mi alma, atormentando mi pasado.

Ariel.